
En las últimas elecciones desde el 26 de abril hasta el día viernes 31 de julio del 2009 se ha evidenciado la inclusión de una forma muy importante a los jóvenes en el quehacer político y ahora como administradores de la cosa pública; este es un muy buen presagio para los que de una u otra forma hemos visto la trascendencia de la vida democrática de nuestros cantones, y que decir ahora de la naciente provincia de Santa Elena. En hora buena los jóvenes están teniendo una coparticipación activa en la sociedad, eso significa que están preocupados por reorganizar los destinos de nuestra comunidad, que piensan en realizar acciones positivas tendientes al bienestar que todos queremos.
Aquel viernes 31 de julio vimos a Alcaldes, Vice alcaldes y Concejales rebosantes de emoción tras recibir la investidura como autoridad de sus respectivas jurisdicciones, asumieron un reto muy importante. Sobre sus hombros se haya toda una generación que los admira y cree en ellos, que además piensa que es posible lograrlo, sus padres se llenaron de emoción al ver a el fruto de sus entrañas ocupando un sitial poco común para ellos, sus panas del alma que los vieron corretear por las calles polvorientas, que jugaron los típicos juegos de niños, ahora los miran desde lejos , pero que cerca están porque son su “gallada”; se evidenció los propósitos que como objetivos claros y decididos tienen para con sus comunidades, estos jóvenes son el futuro de la patria, ¡pero que va! Ya son el futuro porque están en un presente ocupando cargos importantes que antes se creía que sólo los viejos y experimentados políticos podían hacerlo.

Bien por los jóvenes, sin embargo me trae a una reflexión este hecho, si nosotros los electores que le dimos nuestro voto de confianza, que dispusimos en esa frase trillada pero muy profunda, “La voz del pueblo es la voz de Dios” que sean ellos los que ahora estén al mando durante los próximos cinco años. Muchos han conjeturado esa juventud, muchos critican esa inexperiencia que podría ser materia de decisiones equivocadas, que darían pie a insistir en que no se equivocaron en las apreciaciones hacia ellos, por eso, es urgente que los jóvenes se preparen sobremanera en aspectos como la gobernabilidad, la visión social, aprenderse la Constitución y sobretodo los regímenes de administración municipal para no equivocarse en las acciones que deban emprender y que luego sean materia de penalidades no sólo en la ley sino en el pueblo que les dio dicho voto de confianza. Prepárense, están al inicio de su carrera política.
Esta situación la podría comparar precisamente en la Universidad, los jóvenes profesionales que han obtenido un título académico, algunos comentan: ¡He terminado mi carrera!, no, aún no, este es sólo el comienzo, la carrera la inició con la etapa preuniversitaria, estuvo en las aulas preparándote y ahora que es usted un profesional con un título académico, por lo tanto debe empezar su carrera profesional, prepararse día a día, actualizarse en lo nuevo de tecnologías, nuevos hallazgos en su profesión y demostrar ante la sociedad que tiene la capacidad y puede enfrentar ese reto con resultados positivos; por tanto ahora es cuando empieza todo, su carrera política recién empieza, no terminó con el cierre de campaña, con la entrega de las credenciales o con la investidura del viernes último. Ahora es cuando debe demostrarle a la comunidad toda que espera que retribuya con obras lo que fue su promesa de campaña, que cumpla con lo prometido, y sobretodo que cuando se recibió como autoridad cumpla la promesa de respetar y hacer la constitución, por tanto coadyuvar al bienestar de nuestra sociedad.

Adelante jóvenes, nosotros los apoyaremos en esta nueva etapa de su vida como políticos, sabemos que no existe una experiencia y sobre todo que “Se hace camino al andar” sin embargo deben ser muy acuciosos en su proceder. Ya una concejal cambió su ideología prontamente, así veremos a muchos que cambien sus principios que los llevaron al poder por otros mezquinos ideales, que mal inicio, pero sobretodo que mal ejemplo para nuestra comunidad que le dio el voto bajo una tienda política y ahora la vemos en el otro lado de la vereda aplaudiendo y bailando al son que le toquen. Recuerden que ahora existe en el pueblo un mejor criterio electoral, una mejor experiencia en el quehacer político, el pueblo ya no es tonto, se da cuenta de lo que sucede y porqué sucede. Por otro lado, nosotros estaremos vigilantes, impulsando, sugiriendo, siendo veedores de su gestión, espero que sepan aceptar nuestras críticas, que rectifiquen si hay que rectificar, establezcan diálogos permanentes con sus mandantes, porque sólo el consenso hará que “llevemos la carreta hacia un mismo lado”.