
Una vez más los Ecuatorianos nos reuniremos este domingo 14 de Junio a una nueva fiesta democrática de la elección popular, y me voy a referir a los de Juntas Parroquiales en este caso sin menoscabar a los candidatos a Parlamento Andino. En especial interés y la necesidad de mantener una gestión autónoma de los municipios y prefecturas, los pobladores de cerca de 785 Juntas Parroquiales en el país, antes consideradas en la Ley de Régimen Municipal como organismos auxiliares de los municipios, lograron en la Asamblea Constituyente de 1998 incorporar un espacio constitucional para las Juntas Parroquiales. Con este marco jurídico establecido para las Juntas, en el año 2002 el Congreso Nacional aprueba la Ley Orgánica de las Juntas Parroquiales que norma el funcionamiento de estos gobiernos locales.
Según el artículo 21, cada Junta Parroquial elaborará el Plan de Desarrollo Local, sustentando financieramente en su presupuesto anual y contará con estudios técnicos y económicos, los que serán formulados en coordinación con los concejos municipales y consejos provinciales, también las Juntas tienen la facultad para coordinar con la Policía y las Fuerzas Armadas las acciones preventivas que impidan los desmanes y mantengan la tranquilidad y el orden público en la zona, asimismo, la salud familiar, la producción y consultas populares dentro de sus jurisdicciones.
Hasta aquí todo va bien aparentemente, sin embargo me permito escribir estas líneas evocando lo sucedido en las elecciones del 14 de abril. Debemos estar vigilantes que el proceso se de cómo debe ser, ya que todos los que amamos la democracia y luchamos por vivir dignamente y con mandatarios que hemos elegidos merecedoramente, esperamos que no suceda la penosa historia de aquel día soleado donde la ilusión se desvaneció porque unos cuantos “metemano” no permitieron la transparencia del proceso.
Señores candidatos y en especial los de las juntas parroquiales, ¡adviertan a sus co idearios! Que no se repita el bochorno incidente de muchos días, que el lloriqueo y pataleo de los perdedores no empañe la transparencia de las elecciones; adiestren bien a sus delegados de mesa y que estén vigilantes de “los que sabemos”, y que no pretendan bailarnos el mismo ritmo ya conocido y después no andemos de radio en radio gritándole a los cuatro vientos que nos hicieron fraude. No permitamos que llueva sobre mojado.

La Democracia es el sistema de gobierno, en el cual la soberanía del poder reside y está sustentada, en pueblo. Es éste, por medio de elecciones, quien elige las principales autoridades del país; asimismo, es el pueblo, quien puede cambiar o ratificar a estas mismas autoridades, no se equivoquen no son ustedes los que entre “gallos y media noche” impongan un resultado del que nos arrepintamos posteriormente.
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